Las leyes fundamentales de la estupidez humana: #7Días7Entradas3

Una de las cosas más interesantes que aprendí en la carrera es la existencia de algo llamado Las Leyes Fundamentales de la Estupidez Humana, enunciadas por un alegre señor llamado Carlo Cipolla (que ya tenía buen nombre para hacer esto). En su escrito Allegro ma non troppo enunciaba estas leyes y las explicaba, y hoy yo vengo aquí a hacer un pequeño resumen de estas porque me parecen maravillosas. Empecemos. 
Carlo Cipolla, autor de estas Leyes
  • Primera Ley Fundamental: Siempre e inevitablemente todos subestiman el número de individuos estúpidos en circulación. 
La cantidad de estúpidos que hay entre la humanidad (definidos como veremos más adelante) es siempre mucho mayor de lo que la mayoría se espera. Esto se debe a que uno puede volverse estúpido con el tiempo incluso si no lo era, y a que nos seguimos sorprendiendo por la cantidad de estúpidos que nos encontramos en nuestro día a día aun sabiendo que son muchos. 
  • Segunda Ley Fundamental: La probabilidad de que cierta persona sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de esa persona. 
Tras diversos estudios, Cipolla afirma que la estupidez de cada cuál, que puede variar en grado, viene determinada por características genéticas y que el entorno social y la evolución de la persona no son características determinantes en la estupidez. 
  • Tercera Ley Fundamental (o de Oro): una persona estúpida es aquella que causa pérdidas a otra persona o grupo de personas sin obtener ninguna ganancia para sí mismo e incluso incurriendo en pérdidas. 
Cipolla divide a las personas en un cuadrante doble pérdida-ganancia para sí mismos y para otros. Así: 
    • Los Desgraciados se causan perjuicio a sí mismo a beneficio de los demás 
    • Los Inteligentes se benefician a sí mismos a y a los demás
    • Los Bandidos se benefician a sí mismos en perjuicio de los demás
    • Los Estúpidos perjudican a los demás en perjuicio de sí mismos 
Distribución de los arquetipos de forma gráfica
Cipolla explica que normalmente las personas alternan entre dos o más de estos perfiles y que incluso algunas acciones pueden estar en varios de estos dependiendo de las consecuencias de dichas acciones. 
  • Cuarta Ley Fundamental: Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento, lugar y circunstancia, tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error. 
Los estúpidos son peligrosos, porque no sienten la necesidad de causarse el bien a sí mismo, únicamente el mal a los demás. Esto se manifiesta en un ejemplo claro con los terroristas suicidas, pero no debemos olvidar que la estupidez no tiene género, etnia, posición social o económica ni momento y que trabajar con un estúpido inevitablemente causará daño a los no estúpidos que trabajen con él o ella (la cosa es descubrir si nosotros somos el estúpido o el no estúpido). 
  • Quinta Ley Fundamental: La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe. 
De todo esto Cipolla extrae que el estúpido es el arquetipo más peligroso, más incluso que el bandido, porque no se detendrá ante su propio bien a la hora de causar el mal a otros, y debido a su increíble número, es posible para los estúpidos conseguir una gran cantidad de recursos y oportunidades para hacer el mal, por ejemplo votando en las elecciones por determinados candidatos. 
Esta es una teoría interesante que a mí me apasiona por su aparente franqueza en un mundo por lo general tan comedido como la academia, pero que me parece excesivamente reduccionista y maniquea. Por supuesto es algo más compleja que lo aquí expuesto, pero me sigue pareciendo poco más que un juego académico, aunque uno con bastante gracia, la verdad. Además, no hay que olvidar que Cipolla es un economista, y como todo el mundo sabe, los economistas son estúpidos.