Caín, el personaje vengativo por antonomasia, el odio fratricida encarnado. Y ¿un héroe? Para Saramago sí, y en este blog se tiene a Saramago en una estima bastante alta, como se puede deducir del hecho de que aparece en la primera entrada y es uno de los motivos de la existencia del mismo. ¿Puede ser un héroe un asesino? Quizá es que la historia no nos la han contado del todo bien. Por suerte el nobel de Azinhaga nos dio su versión, en una de sus (en mi opinión) mejores obras. Pero empecemos por el principio.
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Saramago molando mucho en una foto |
El Caín bíblico es el hijo primogénito de Adán y Eva, el primero de los nacidos por el método por el que nacerán todos los demás. Después llega su hermano, Abel. Como poco después de la expulsión del Jardín del Edén no estaba el asunto para derrochar, a Caín se le encomendó la tarea que originalmente su padre había recibido de manos de Dios: […] maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. (Génesis, 2-17 al 2-19). A Abel se le encomendó la tarea menos divina pero no por ello menos complicada de cuidar los rebaños. Pasó el tiempo y estaban todos contentos con el reparto, hasta que un día Abel y Caín hicieron un sacrificio a Dios que básicamente les dijo que mejor unas chuletillas que un chusco de pan, con lo que Caín se rebotó y se cepilló a su hermano con una quijada de burro (este dato me hace mucha gracia y se repite después en la historia de Sansón) Dios, que todo lo ve le pregunta a Caín un poco por joder si sabe dónde está su hermano, este le responde dándole largas y Dios lo maldice haciendo que tenga que pasar el resto de su vida errando por el mundo y para añadir mofa al escarnio, haciendo que nadie pueda matarle para que su sufrimiento sea más largo. La biblia lo cuenta así (Génesis 4-1 a 4-15, fuente: https://www.bibliatodo.com/la-biblia/Reina-valera-1960/genesis-4):
1. Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. 2. Después dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín fue labrador de la tierra. 3. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. 4. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; 5. pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante. 6. Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué ha decaído tu semblante? 7. Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. 8. Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y lo mató. 9. Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? 10. Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. 11. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. 12. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra. 13. Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. 14. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará. 15. Y le respondió Jehová: Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara.
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Caín matando a Abel, Frans Francken II, S: XVI-XVII |
Pues así comienza también la nobela (es un chiste recurrente en este blog) de Saramago. Caín se convierte así en el primero de los malditos (suponiendo que el que te expulsen del paraíso o te maten con un cacho de burro no fuera ya una maldición), condenado a recorrer la tierra indefinidamente, incapaz de morir a manos de otro ser humano. A partir de aquí va a haber spoilers de la nobela, pero advierto que es de esas nobelas en las que el qué es mucho menos importante que el cómo. Lo importante es ver cómo juega Saramago con el lenguaje, con la tradición bíblica, con los conceptos de Dios, de felicidad, de religión, de humanidad y de culpabilidad. Caín no es sólo una nobela profundamente agnóstica y prácticamente atea, también es una oda contra la religión (especialmente la cristiana, aunque no se queda corto con las otras) cantada por la boca del primer mártir del ateísmo, el primero que decidió ir contra la ley de Dios sin que el Diablo se interpusiera por medio, solo porque su propia voluntad así lo decidió. ¿Y qué le pasa a este Caín de Saramago? Pues un poco de todo.
Avanza por el mundo encontrando personajes y ciudades, la primera de ellas Enoc, gobernada por Lilith y nombrada en honor al hijo extramatrimonial que ambos tienen con la conveniencia de Noah, el marido de Lilith. Después marcha por el desierto montado en un burro y descubre que realmente no avanza sólo en el espacio, sino también en el tiempo. Visita así varios hitos bíblicos: la toma de Jericó, Abraham sacrificando a su hijo (donde toma el papel del ángel que impide el sacrificio porque este se ha perdido por el camino y llega tarde), la construcción de la Torre de Babel, la destrucción de la Torre de Babel, el juego entre Dios y el Diablo que tiene a Job como objetivo, Moisés bajando del Sinaí, y especialmente importante es la destrucción de Sodoma y Gomorra, donde presencia una conversación entre Dios y Abraham en la que Dios promete salvar a todos los habitantes de estas ciudades si encuentra algún inocente y después comprueba de primera mano cómo este incumple su promesa mientras ayuda a salvar a la familia de Lot. Este viaje va formando en Caín, el asesino confeso y arrepentido, una imagen más cercana a la realidad de lo que es el verdadero Dios. Y llegamos al final de la nobela, el último capítulo (o dos últimos), que se desarrollan en el momento bíblico del Arca de Noé. Aquí, Caín es acogido por la familia de Noé para que este se acueste con todas las mujeres que la forman y de esta forma sea más probable que queden embarazadas y la humanidad pueda comenzar de nuevo tras el diluvio. Caín no pierde la oportunidad. Cuando están todos metidos en el Arca y el agua comienza a elevarse, Caín se acuesta con todas las mujeres alternativamente (hay bastante sexo en esta nobela, tanto aquí como en la parte de Lilith), incluso convence a Noé para que le ceda su esposa a perpetuidad hasta dejarla embarazada.
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Cita de la propia nobela |
Poco a poco el agua sube y comienza a bajar, Caín se acuesta con las nueras y la esposa de Noé y todos están contentos, hasta que hay un accidente. Una de las mujeres muere aplastada por un elefante mientras limpiaba la mierda que este deja. Y Noé decide arrojarla al mar sin muchas más contemplaciones, sin siquiera lavar su cadáver antes (recordemos que es una mujer de su familia cercana). Aquí es cuando Caín se da cuenta de que Dios no es sólo un imbécil egoísta, arrogante, pretencioso y autoritario, sino que no sabe lo que está haciendo. El elegido para salvar a la humanidad, Noé, es un ejemplo de los males de la propia humanidad. Y entonces Caín, que había jurado no matar más tras la muerte de su hermano, decide vengarse. Uno por uno acaba con todos los pasajeros del barco, hasta que Noé, el último que queda, se da cuenta de lo que ha hecho. Entonces se enfrentan y Caín convence a Noé de que se tire voluntariamente al mar, pues su misión ha fracasado. El mar baja su nivel, las puertas se abren, los animales salen y Dios llama insistentemente a Noé para que salga, pero sólo sale Caín, que ha acabado efectivamente con la humanidad, ha conseguido truncar los planes de Dios y en resumidas cuentas ha escupido a este a la cara. Así acaba la nobela, con un Caín triunfante y un Dios derrotado por su propia obra.
Esta nobela, además de tener una calidad literaria considerable y ser un buen exponente del Saramago más puro y crudo, es una nobela que deliberadamente plantea preguntas incómodas, que convierte a héroes en personas normales y se queja de lo que está mal en el mundo. Nobela imprescindible tanto para religiosos como para agnósticos como para ateos y cualquiera que quiera pasar un buen rato. Al fin y al cabo, no hay muchas novelas en las que Caín escupa a Dios a la cara, en la que ganen los que siempre pierden y en la que pierdan aquellos que se supone que no pueden perder.