El Dr. Manhattan y la soledad

Ayer leí en el blog de una amiga cómo contaba su experiencia durante su beca Erasmus en Polonia centrándose en la parte de la que poca gente habla: la soledad. Está bastante bien contado en el post original que dejaré por aquí: El Lado Chungo del Erasmus. No sé muy bien por qué casi inmediatamente relacioné todo el tema de la soledad con el Dr. Manhattan de Watchmen. Y de eso vengo a hablar: del Dr. Manhattan y la soledad. 
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El Dr. Manhattan en la adaptación al cine de Watchmen
Primero un poco de contexto. El Dr. Manhattan es un personaje del cómic Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons que se ha convertido en una obra de culto por tratar a los superhéroes de una forma realista y adulta. Varios de sus personajes dan para hablar largo y tendido sobre ellos: Ozymandias con su complejo de mesías, Roschach y su fanatismo, El Comediante y su nihilismo suicida,… Pero de entre todos destaca el Dr. Manhattan, un científico al que un accidente en su investigación con partículas subatómicas convierte en un ser extremadamente poderoso: puede controlar la materia, multiplicarse, cambiar su tamaño, desintegrar lo que quiera, ve el pasado y el futuro,… Esencialmente es Dios. Y se siente solo. Este es uno de los aspectos importantes de su personaje que en mi opinión se deja pasar de lado muchas veces. El Dr. Manhattan ha trascendido la humanidad, un día fue humano pero ahora ya no lo es y no encuentra un igual en este mundo, para él cualquier otro no es más que un simple mosquito incapaz acercarse a entender el universo como es. Se siente solo porque no hay nadie que le entienda, el ser más poderoso del Universo es su propia némesis, su poder es su propia debilidad. Es un concepto brillante. 
El concepto de un personaje que trasciende la humanidad y debido a su propio poder acaba solo no es algo nuevo, hay otros ejemplos, pero no creo que haya ninguno que llegue a ese nivel. Normalmente estos personajes suelen acabar con un estilo de vida autodestructivo, buscando una muerte a la que realmente no pueden aspirar porque su propia condición se lo impide. Por ejemplo el Lobezno del comienzo de la saga cinematográfica en XMen o el vampiro Cassidy en los cómics de Predicador. Hay una diferencia notable entre estos personajes y otro arquetipo que ha ido ganado popularidad últimamente: el del que tras hacer algo notable ya no tiene por qué vivir, como Rick de Rick y Morty. La diferencia está en la posibilidad de morir, de acabar de un plumazo con la soledad. El Dr. Manhattan no puede morir, Lobezno y Cassidy lo tienen muy complicado para hacerlo también. Están condenados a la soledad por su propia inmortalidad. Todo es pasajero para el que vive cientos o miles de años. 
De aquí podemos preguntarnos: ¿por qué ese miedo a la soledad? Bueno, yo creo que hay dos posibles respuestas. La primera es que los humanos somos seres gregarios que necesitamos establecer vínculos afectivos y sociales para desarrollarnos completamente y que sufrimos mucho cuando uno de esos vínculos se rompe. El romperlos todos de golpe como le ocurre al Dr. Manhattan o a Cassidy e irlos rompiendo continuamente a lo largo de un proceso que sabes que nunca va a acabar debería crear un desgaste psicológico en los personajes que les abocase a las conductas autodestructivas para intentar escapar aunque sea por un tiempo de ello, mientras estás drogado no piensas en que vas a sobrevivir a todos los que conoces. La otra posible respuesta se basa más en la realidad, y es que como muchas sectas y corrientes filosóficas y psicológicas a lo largo de la historia han querido explicar, es esencial estar a gusto con uno mismo, es esencial conocerse y aceptarse. La senda de la iluminación se alcanza desde dentro de uno, tenemos los ejemplos del Buda Gautama meditando una semana seguida, los cuarenta días de Cristo solo en el desierto, el malestar voluntario que practicaban los estoicos,… Conócete a ti mismo, acéptate a ti mismo y a partir de ahí podrás empezar a construirte de nuevo, pero ¿cómo aceptas que te has convertido en Dios? Sin duda es un proceso más complicado que cualquier otro posible. El Dr. Manhattan se convierte en Dios de la noche a la mañana y tiene que aceptarlo, pues es su nueva condición. Y aquí es donde yo veo el principal problemas, el miedo de estar solo viene del inevitable conflicto con uno mismo que se derivaría de comenzar a conocerte a ti mismo en esa situación. (El texto en rojo contiene spoilers muy relevantes de la trama de Watchmen) Al final el Dr. Manhattan lo acepta y decide alejarse de la Tierra para ver el Universo y poder encontrarse a sí mismo, pero hasta ese momento y debido a las circunstancias en las que se da intenta mantener una relación amorosa, relaciones de amistad, relaciones de trabajo y demás. Es algo claramente abocado al fracaso, porque su propia condición de Dios azul se lo impide, pero la parte humana que queda en su interior se resiste a aceptarlo. 
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Representación de Buda Gautama
Aceptarte a ti mismo conduce a una paz interior, la soledad conduce necesariamente a enfrentarte a ti mismo y el no lograr aceptarte conduce al intento de autodestrucción, pero ¿por qué? Y sobre todo, ¿por qué es un tema recurrente en la ficción? Quizá es que los creadores originales sientan ese miedo social que todos sentimos en determinados momentos de conocernos a nosotros mismos porque ¿qué pasa si no te gustas a ti mismo? Bueno, puedes cambiar de ropa, de actividades, de móvil, de amigos, etc. y con un poco de suerte te gustarás más a ti mismo y si no por lo menos consumirás bastante en el proceso. Cambiarse a uno mismo es complicado, estar solo es complicado porque te enfrentas a ti mismo y quizá no te aceptes, pero debemos aprender a aceptarnos a nosotros mismos porque es el primer paso para cambiarnos hacia algo que nos guste más. Debemos asumirnos y de ahí reconstruirnos. Por eso me parece tan importante la soledad en el concepto de personaje del Dr. Manhattan, porque ejemplifica a la perfección la lucha contra la propia condición en un personaje en principio tan poderoso que cualquiera podría imaginar que no tendría debilidades. El Dr. Manhattan es su propia debilidad, su parte humana no acepta su parte divina y por eso se siente solo. Al fin y al cabo, si un Dios es capaz de encontrarse en su propia soledad ¿no deberíamos los demás intentarlo al menos?

Disclaimer: No sé qué ritmo de publicación tendrá este blog, no sé siquiera si publicaré más entradas ni de qué temática tratarán, pero si quieres leerme hablando de este tipo de cosas y diciendo muchas tonterías, mi twitter es @ipazio_blog