La bomba de HBomberGuy: robar a los gays para defenderles

Hace nueve meses, el youtuber HBomberGuy subió un vídeo de casi cuatro horas en el que habla de plagio en su plataforma y señalaba, con pruebas muy contundentes, a varios otros creadores de contenido que se han valido de este para lucrarse. Ese vídeo dió mucho que hablar en su momento y a mi me pudo la curiosidad e invertí la ridícula cantidad de tiempo que pide en verlo. Me impactó, la verdad. Habla, entre otros, de un youtuber al que yo seguía y del que, evidentemente, no sospechaba. Cabe decir que dejé de seguirle. 
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=yDp3cB5fHXQ?si=qOKD6j3jIqu-7Wq9]
 
El vídeo, que recordemos dura casi cuatro horas, dedica dos de ellas por entero a un mismo youtuber: James Somerton. La propia estructura del vídeo está pensada para que no sea evidente que el ataque más amplio y contundente es contra este youtuber en particular. No sale en la miniatura del vídeo cuando probablemente fuera el más conocido de entre todos los que habla y sólo empieza a hablar de él tras una hora y cincuenta minutos de vídeo. Esto se debe a que antes de descubrirse el pastel, Somerton era con mucha diferencia el más respetado de todos ellos. Y a que es gay. Un vídeo con él en la miniatura y centrado exclusivamente en él podría ser fácilmente acusado de campaña homófoba, aun cuando tuviera razón. HBomberGuy lo sabía y tomó precauciones al respecto.

Hace unos días, youtube me recomendó de nuevo el vídeo y como no tengo mejor forma de generar endorfinas, pues he vuelto a verlo. Las pruebas que presenta son sólidas, y viendo cómo reaccionó Somerton al asunto, es evidente que ciertas, pero, entre todas las acusaciones, hay una que me parece más grave que las demás: el plagio a otro youtuber gay. Tengo pendiente hablar algún día sobre el plagio y mis opiniones al respecto, pero como hoy quería traer esto, vamos a hacer todos como que ya lo he hecho y lo dejo a deber.

Y es que, si bien es evidente que las empresas necesitan la legitimidad que les dan las causas sociales para compensar el hecho de que literalmente nos intentan robar el dinero por cualquier medio posible, los creadores de contenido no se quedan atrás al respecto. Los patrocinadores, las visitas y la influencia a largo plazo se basan en la legitimidad. A corto plazo es relativamente fácil hacerte viral si estás dispuesto a venderte de la forma más rastrera posible, y si no, que se lo pregunten a las Verdunch o a la de la piña en el Mercadona. Sin embargo, es muy complicado mantener un nivel importante de atención a largo plazo sin generar algo de calidad o que al menos parezca de calidad. Y como dice el dicho, quien no sabe, roba.

El caso de Somerton no es más que uno más en un mar de ellos. No es casualidad que muchos grandes youtubers se dediquen a cambiar el formato de sus vídeos cada pocos meses. Los nichos nuevos tienen menos donde compararse y es más fácil vender basura en ellos. Y cuando la gente se da cuenta de que lo que haces no vale para nada, pues al siguiente, a seguir engañando. Y si lo que quieres es quedarte en un nicho, teniendo que competir con todos los demás, la calidad es necesaria. O al menos la impresión.

Somerton es un caso interesante, porque (como señala el vídeo de HBomberGuy) estudió lo que aquí sería empresariales y se define como experto en marketing. Y no es por generalizar con los de empresariales y márketing, pero es evidente que ven el mundo en términos de beneficios económicos netos. Lo que les importa, principalmente, es generar beneficio de la manera más eficiente posible. En el caso de Somerton, esto se traduce en robar contenido. Y por el nicho que ha elegido, es necesario que sea contenido de temática LGTB, que muy mayoritariamente, producen personas LGTB. La evidente ironía de presentarte como un defensor del grupo de gente al que necesitas robar para seguir con tu modelo de negocio no es algo que pueda pasar fácilmente desapercibido.

Si un grupo necesita gente que lo defienda públicamente, es porque está bajo ataque, sea este real o una pájara que cuatro chalados han creado precisamente para poder presentarse como defensores. Hay mucho dinero en la legitimidad que te da presentarte como defensor de un grupo marginado. Dinero de marcas que quieren congraciarse con el grupo o comprar un poco de esa misma legitimidad, pero también el dinero de los componentes de ese grupo que sienten que tienen a alguien a quien merece la pena apoyar. Y también hay mucha gente capaz de robarle el vaso de monedas a un mendigo ciego.

Somerton, repito, es un caso de entre muchos. En el fondo no existe una diferencia sustancial entre lo que él hacía y lo que hace Jordi Wild o UnTioBlancoHetero. Las formas puede que sean un poco distintas, pero el fondo es el mismo. A ninguno les importa de verdad las vivencias de quienes “defienden”. Les interesa el dinero que hay detrás de dar la imagen de que defienden esas causas. La grandísima mayoría de personalidades de internet son, ante todo, empresas que buscan un beneficio, empresas que, como cualquier otra, se acercarán al nicho de mercado que mejor sean capaces de explotar y a las que sus clientes solo les interesan en tanto el dinero que sean capaces de darles.

Dicen que no hay que tener ídolos porque siempre terminan decepcionándote. Quiero creer que por pura estadística, entre todo el batiburrillo de idiotas que pululan por internet habrá algunos que merezcan la pena. Cualquiera puede cometer un error y no es necesario quemar a nadie en la hoguera por elegir mal algunas palabras, pero creo que cuando alguien, quien sea, intenta llevarse tu dinero, merece la pena ser escéptico y crítico con todo lo que diga y haga, más que nada porque no me hace gracia que se rían de mí. No olvidemos que la cara que vemos tanto de famosos como de empresas es una pequeña parte que generalmente quieren ellos mismos mostrar. Y aunque el suelo esté limpio, habría que mirar bajo la alfombra por si acaso.