Nunca ha estado muy claro qué es Europa y qué no. Es una discusión histórica que probablemente jamás se solucione. Todo depende a quién le preguntes y cuáles sean sus intereses. Turquía se considera lo suficientemente Europa como para querer entrar en la Unión Europea y si preguntas a los que organizan Eurovisión, hasta Australia e Israel son Europa. Los británicos han decidido unilateralmente que ellos no quieren seguir siendo Europa, al menos políticamente. Hemos tenido una epidemia de partidos políticos que venían con ese mismo cuento en todos o al menos en la mayoría de países de la Unión. Históricamente, la cuna de la civilización con Grecia y Roma (si ignoramos que las primeras civilizaciones estaban en el Creciente Fértil). Políticamente una mezcla heterogénea que estuvo suficiente tiempo sin pelearse entre sí como para conquistar la mayor parte del mundo. Para muchos, la mayor expresión de refinamiento y civilización que ha existido en el mundo y un modelo a seguir. Para otros un monstruo político. Sus límites geográficos están en disputa, sus límites políticos también, existe simultáneamente como un espacio físico, un concepto cultural, una unión política y económica y un organizador de concursos de televisión. En resumen, que no está muy claro qué es Europa, qué no es Europa y dónde podríamos empezar a poner el límite.
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Mapa de los países de la UE |
La confusión deliberada entre Unión Europea y Europa que estoy haciendo no es casual tampoco: soy de una generación a la que se le vendió la UE como un núcleo indivisible de países que colaboran entre ellos para el bien común. La crisis del 2008 ya dejó claras las diferencias entre los países centrales y los periféricos a este respecto. El Brexit ha puesto en tela de juicio tanto la fuerza política como la propia organización y existencia de la UE. Y mientras tanto la Turquía que no consideramos parte de la UE hace de tapón para los refugiados que llegan buscando algo de la paz y la prosperidad que hemos vendido que tenemos a patadas. Y mientras tanto, personas se ahogan en el Mediterráneo por intentar buscarse la vida llegando a nuestras costas. Y mientras tanto la ultraderecha gana fuerza. Y mientras tanto la UE sigue defendiendo que es la representante de la Europa de las libertades, la Europa multicultural y abierta, la Europa progresista y acogedora. Si vienes con dinero, claro.
Estos días han salido a la luz imágenes de grupos de personas encapuchadas y armadas evitando por la fuerza el desembarco de refugiados en suelo europeo, llegando a amenazar con agresiones a colaboradores de ONG que se encargan de recibirlos. Esta semana los guardacostas griegos han intentado hundir embarcaciones de refugiados para evitar que llegaran a sus costas y tener que hacer frente a los gastos que suponen. La semana pasada se anunció que se iba a ampliar la valla que separa los últimos reductos de Europa (Ceuta y Melilla) de África. Y la propaganda sigue.
“Zorras, que folláis como conejos”, le dice un fascista a una mujer refugiada embarazada que llega a Lesbos. Grupos racistas atacan a las personas refugiadas, a periodistas y a activistas de varias ONG ante la mirada de la policía. Europa siglo XXI pic.twitter.com/l5pCxleT71— Miquel Ramos (@Miquel_R) March 2, 2020
¿Se está agotando el experimento de la UE? Sin duda eso parece. La crisis del 2008 la dejó bien tocada políticamente y no parece que esté sabiendo recomponerse. El cierre de filas ante la inmigración y ante los refugiados de una zona que demográficamente se está haciendo más vieja cada día que pasa y que necesita capital humano si quiere mantener su estado de derecho es algo insólito. Pero es que ellos no son capital humano, son inmigrantes. Son de pellejo oscuro y hablan raro. No nos valen. Europa para los europeos. Aquí queremos inmigrantes blancos y a poder ser ricos, que es lo que nos interesa. La Europa de las libertades y el multiculturalismo se acaba cuando vienes de África, de Oriente Medio o de Asia (y ahora con el coronavirus ni te cuento). La Europa de las libertades y el multiculturalismo es para los europeos que la construyeron. Que la construyéramos a base de expoliar por todo el mundo no tiene nada que ver.
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Sobre expolios saben mucho en este edificio. Museo Británico, Londres. |
¿Y qué alternativas tenemos para la UE? Bueno, podemos seguir navegando en un barco que se hunde a ver qué pasa. Quizá logremos arreglarlo de alguna manera. Podemos también reforzar la UE hasta convertirla en una entidad supraestatal con intención de competir con EEUU y China. O podemos dejar que se rompa del todo y ya después pensar cómo nos organizamos. Unas opciones son económicamente desastrosas, las otras lo son políticamente. Quizá sea suficiente con asumir que la UE es un club para países especiales, que históricamente tuvieron la suerte de encontrarse en una zona concreta del mundo y se aprovecharon de otras. Que la Europa de las libertades y el multiculturalismo es una mentira que nos contamos los europeos para sentirnos un poco mejor porque conocemos nuestra historia y lo que ha habido en ella. Que Europa puede llegar a ser un conjunto económico, pero que difícilmente será nunca un conjunto político cohesionado. Que no somos especiales, sólo ricos.
Sea como fuere, Europa y la UE no son lo que dicen ser y cada vez es más sencillo comprobarlo. Y podemos dejar de engañarnos y construir algo que se parezca a lo que decimos que somos o mandarlo todo a la mierda y que cada cual se entienda con el mundo como pueda. Porque seguir como hasta ahora se está demostrando insostenible y la historia nos hará actuar en algún momento. Espero que los europeos sepamos tomar la decisión correcta cuando llegue el momento, aunque, la verdad, lo dudo.